Esto se dio a conocer en un comunicado de prensa: Los programas de WWE son TV-PG (Parental Guidance). Esto significa, que los contenidos de los programas pueden tener: Violencia moderada, humor sugestivo, y lenguaje agresivo moderado. Por ende es recomendable que los niños menores de 10 años vean los programas acompañados por sus padres. Cabe aclarar que antes, WWE estaba catalogado con TV-14, esto correspondía a violencia fuerte, situaciones sexuales moderadas, y diálogo sexual.
Durante este último año he visto cientos de artículos sobre ECW, diciendo básicamente lo mismo: ECW ya no es extrema, que le cambien el nombre; acompañado de quejas y reviews del pasado. Esto es sabido por todos, ECW ya no es extrema, el significado de su nombre está despojado de razón, y es imposible que sea la de antes. Si antes, ECW no tenía razón para ser extrema, hoy en día mucho menos. Se pautó un cambio de horario para el programa, dentro de un tiempo será emitido a las 9. Esto pone fin a cualquier esperanza extrema.
Lamentablemente, WWE es infantil. El orgullo de estar viendo un producto maduro, tiempo atrás, se ve desvanecido ante el anuncio. Igualmente, esto solo confirma lo que se venía manejando desde los últimos años; ángulos estúpidos, luchas patéticas, movimientos prohibidos cuando no tienen necesidad, etc. La suma de todo esto logró captar audiencia infantil, logró vender más. La empresa tomó la decisión de abandonar su viejo público, limitándolo a mostrarle solo un poco de lo que antes veía. La adultez espectadora disminuyó, y creció la popularidad entre los menores. Así, WWE creció. Se expandió a España (por tomar un ejemplo), donde los niños tomaron el producto como tal, y compraron personajes como Cena, Batista, etc. Los padres, preocupados, se quejaron por la “violencia” expuesta en Raw y Smackdown. Llegaron hasta el punto de querer sacar el wrestling. Obviamente fue el nivel de popularidad los que hicieron que la empresa mantenga el mercado, y corrija productos.
La pregunta a levantar es: ¿qué tan perjudicial puede ser el wrestling?
Solo por tomar un ejemplo, hoy justamente, caminando por la ciudad, paso por un cyber, y veo a través de la ventana niños de 5, 6, 7 u 8 años, volándose la cabeza, jugando en red al Counter Strike, o vaya a saber uno que corno era eso. A esa edad juegan a portar Machine Guns, utilizan lenguaje agresivo, y se pasan horas en la oscuridad, frente a unos monitores, embobados. Ahora levanto la pregunta: ¿Es esto, menos perjudicial que el wrestling?
La vorágine actual que implica la vida laboral, y las preocupaciones diarias, hace que los padres se desatiendan de lo que a sus hijos les llega a la mente. Los sientan frente a un televisor o les ponen internet, y los nenes se pasan el día con esta “grata” compañía. Creo, sin dudarlo, que está es la razón o el punto de arranque de una serie problemas, que también nos afecta a nosotros, los que compartimos el producto con ellos.
¿Qué padre se sienta con su hijo para ver qué es lo que está viendo en la tele? Muy pocos. Afortunadamente, mis padres me enseñaron a temprana edad, lo que estaba bien, y lo que estaba mal; mis padres me “enseñaron” a ver lucha libre. Tempranamente comprendí la realidad, apliqué conceptos. Esto tuvo como consecuencia que nunca me peleé en la escuela, ni en mi barrio, hasta el día de hoy. Muchos amigos les decían a mis padres que lo que veía me inculcaba violencia, a lo que luego daban razón, y caían en que uno nunca tomaba nada como tal. Esto no se da en todos lados, es la realidad. Esto lleva a que sin saberlo, muchos se quejen de lo que ven sus hijos, cuando en realidad simplemente, si lo desean, deberían apagarles la tele, y darles para leer Las crónicas de Narnia.
Ahora no, ahora la culpa la tiene el wrestling. Muchos no entienden que el wrestling te enseña muchas más cosas que cualquier película o libro, o cuento infantil con moraleja. El wrestling tiene principios, que uno de entenderlos, o que se los expliquen, resultan muy productivos, y te acompañan por el resto de la vida. El wrestling tiene valores, entrega lecciones. El wrestling es el bien y el mal, luchando por lo que les parece justo. Cuando uno es niño, siempre quiere que gane el técnico, el que hace las cosas bien, eso influye, créase o no. O por lo menos, a mí me sirvió.
Escuché a muchos defender la NO violencia del wrestling. Muchos lo presentan, escondiendo lo que implica, como un espectáculo teatral. “A los luchadores no les duele”, “es puro teatro”. Esto quizás disminuya su miedo ante la mirada represiva adulta, o de su entorno.
No hay que tener miedo. No hay nada que ocultar.
Un amigo me dijo: “es que yo quiero que al wrestling lo vea todo el mundo, por eso digo eso”. Lamentablemente, en esto hay que ser un poco mezquino u egoísta. Si todo el mundo mira wrestling, nos quedamos sin. Eso es más o menos lo que está pasando. A mayor cantidad de gente, mayor cantidad de gusto, lo que hace que varíe el producto buscando la aprobación general.
La violencia en el wrestling es la esencia. Lamentablemente muchos no entendieron este concepto cuando lo expuse, quizás desconociendo el significado verdadero de la palabra. Violencia significa ejecutar alguna acción de forma brusca, o con fuerza. Esto no necesariamente comprende sangre, o escenas crudas, como se piensa. Uno incluso puede ser violento discutiendo con alguien, solo intercambiando palabras con un todo de voz elevado.
La violencia en el wrestling es la esencia. Duele ver en la empresa de lucha más importante en el mundo, una carencia de movimientos, limitados a simples costalazos. En este aspecto la empresa adoleció una involución, contrariamente a su entorno.
Si se le quita la violencia al wrestling, se le quita todo. Muchos añoramos la era Attitude, o la guerra de los lunes, dónde se daba el máximo. Eso ya pasó. No volverá.
Así que si quieren ver buen wrestling, cambien, vean CHIKARA, o PWG, lucha mexicana, o lucha japonesa, o TNA, y si quieren ver algo extremo, vean CZW, porque en WWE ya no lo encontrarán.
Chau violencia…
